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ToggleEn este post te compartimos un extracto de la investigación publicada en enero de 2020 por Gabriel Genise en la revista calidad de vida y salud. Si quieres acceder al artículo completo, al final del post, podrás acceder al link de la publicación.
La depresión en adolescentes es un problema de salud mental que va en aumento. La prevalencia de este trastorno oscila entre el 4 y 5%. Se encuentra asociada a niveles altos de recaída y recurrencia a lo largo de la vida. La Activación Conductual (AC) es un programa que ha demostrado en numerosos estudios su eficacia para esta psicopatología. Se realizó la búsqueda de artículos originales publicados entre el año 2007 y 2019 en idioma español e inglés en bases de datos electrónicas DOAJ, Wiley Online Library y Google Scholar. Inicialmente se obtuvieron 258. 652 artículos. De la búsqueda realzada se identificaron 19 artículos que fueron tenidos en cuenta para su análisis, se eliminaron 258.625 por contenido no relacionado completamente al tema de estudio. De los estudios revisados, se observó la heterogeneidad en la adaptación de los programas existiendo varios protocolos de AC adaptados a población adolescente con Trastorno Depresivo Mayor, pero con pocos estudios empíricos que refuercen la eficacia del tratamiento. Sin embargo, se evidencia que los resultados obtenidos en la aplicación de los protocolos son beneficiosos y logran la disminución e incluso la remisión sintomática.
Palabras Claves: Depresión, Activación Conductual, Adolescencia.
Respecto a la presentación clínica, en la depresión se utilizan criterios diagnósticos idénticos para definirla en adultos, adolescentes y niños. La única excepción que marca el DSM V (APA, 2013) es la posibilidad de un estado de ánimo irritable como síntoma del estado de ánimo principal en niños y adolescentes. El uso de los mismos criterios diagnósticos para las distintas etapas vitales implica que la presentación del trastorno es independiente de la edad (Nardi et al., 2013). Resulta importante mencionar los comentarios de Genise et al. (2019) vinculados al estudio familiar llevado a cabo por Rice et al. (2019) quienes encontraron evidencia respecto a la presentación del TDM y los síntomas depresivos en la adolescencia. En esta población la pérdida de energía representa el 97%, la alteración del sueño, insomnio particularmente un 87% y la alteración del apetito/peso en un 87% de la muestra relevada fueron más comunes en adolescentes que en adultos, con cifras que rondan el 71%, 63% y 59%. Los niveles de mal humor y sentimiento de inferioridad fueron similares tanto en adolescentes como en adultos. Finalmente un dato sumamente atractivo se vincula a la irritabilidad que, si bien es un indicador diagnóstico del DSM, los autores obtuvieron falta de evidencia que fuera más común en adolescentes que en adultos. En este sentido un metaanálisis interesante sobre depresión adolescente encontraron que la depresión en la adolescencia se encuentra asociada con dificultades en completar la escuela secundaria, desempleo y embarazo adolescente (Clayborne et al., 2019).
¿En qué consiste la Activación Conductual?
en el marco de un modelo basado en el refuerzo. El interés por la AC como tratamiento independiente viable se renovó mediante un análisis de componentes de la terapia cognitiva que descubrió que sus técnicas conductuales, realizadas de forma aislada del paquete de terapia cognitiva más grande, producían resultados equivalentes al paquete de terapia cognitiva al final del tratamiento y en un seguimiento de 2 años. Los investigadores concluyeron que las técnicas de AC eran potencial mente preferibles debido a la mejoría de la eficacia y la facilidad de entrenamiento de los terapeutas.
Estudios Sobre AC en Población Adolescente
adolescentes que padecen depresión y ansiedad. La muestra estuvo compuesto por estudiantes de 7mo y 8vo año, con edades de 12 a 14 años. Participaron en un programa de 13 semanas. Se utilizaron escalas para evaluar a los estudiantes al inicio del programa y al cierre. De la evaluación se observaron los siguientes diagnósticos: Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), Ansiedad Social (AS), y TDM. Cada alumno presentó al menos un trastorno co–ocurrente. Luego de la aplicación del programa, los resultados preliminares sugieren un beneficio moderado gracias a la aplicación del programa. Se evidenciaron disminución tanto de sintomatología ansiosa como depresiva. Así también los autores registraron disminución de los trastornos co–ocurrentes.
Los autores refieren mejorías de los 4 participantes a lo largo del tratamiento disminuyendo significativamente la sintomatología depresiva. Como ya se ha indicado, la AC es un abordaje eficaz para el tratamiento de la depresión para población adulta. En esta línea, la presente revisión sistemática tiene como objetivo analizar la evidencia científica disponible sobre la efectividad de este tratamiento en población adolescente.
Método
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