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TogglePara entender de qué trata la sexualidad fluida se comenzará por esbozar algunas definiciones al respecto, consideradas relevantes para una mayor comprensión.
Diversidad Sexual
La diversidad sexual refiere a un concepto que abarca distintas posibilidades en la que los seres humanos pueden manifestar y entender los distintos aspectos de la sexualidad (sexo, genero, orientación sexual, entre otros). Estas diversas maneras de expresión son particulares de cada persona, estando en sintonía o no con las normas sociales, morales y/o culturales. Comprender la diversidad sexual requiere del conocimiento de las dimensiones de la sexualidad, que se experimentan de múltiples formas, propias de cada uno (Barragán Pérez, 2022).
¿Qué es la sexualidad?
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018), manifiesta que la sexualidad forma parte de un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Incluye el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se vive y se expresa mediante pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones.
Salud sexual
Según Suárez Cabrera (2016), la salud sexual hace referencia a un estado de bienestar físico, mental y social vinculado con la sexualidad. Precisa de una postura positiva y respetuosa de la sexualidad, y de las posibilidades de experimentar sexualmente de manera placentera, segura y libre de discriminación, violencia o coacción.
¿Qué es la identidad de género?
Alude a un sentimiento interno e individual de género, que puede asociarse o no con el sexo asignado al nacer o con los roles estereotipados de hombre – mujer. Esta vivencia personal implica en algunos casos y, si la persona lo elige, la modificación de la apariencia corporal mediante tratamientos quirúrgicos, farmacológicos, entre otros. Además, involucra otras expresiones de género, tales como la forma de vestirse, de hablar y de manifestarse con determinados modales (Suárez Cabrera, 2016).
En este aspecto, existen múltiples maneras de expresar la identidad de género. Barragán Pérez (2022) sostiene que hay personas identificadas con los roles referentes al binarismo de género (masculino o femenino) y expectativas sociales del género consignadas desde su nacimiento (personas cisgénero); otras que, a pesar de sentirse cómodas con su género asignado a su sexo de nacimiento no eligen seguir los roles estereotipados, manifestándose de manera diferente a las reglas predominantes (personas no binarias); además están aquellos que no sienten una congruencia entre el sexo e identidad de género correspondido al nacer (personas trans).
También, se puede observar las personas denominadas «Queer», que tal como manifiesta Conapred (2016, citado en Barragán Pérez, 2022) “no se identifican con el binarismo de género, son aquellas que además de no identificarse y rechazar el género socialmente asignado a su sexo de nacimiento, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular. Dichas personas pueden manifestar, más que identidades fijas, expresiones y experiencias que: 1) se mueven entre un género y otro alternativamente; 2) se producen por la articulación de los dos géneros socialmente hegemónicos; 3) formulan nuevas alternativas de identidades, por lo que no habría, en sentido estricto, una transición que partiera de un sitio y buscara llegar al polo opuesto”.
¿Qué es la orientación de género?
Apunta a el sentimiento de atracción erótico-afectivo que tiene una persona por otras de algún género determinado, pudiendo coincidir al suyo o no como también, puede abarcar más de un género o de una identidad de género, así como puede implicar relacionarse íntimamente y sexualmente con estas personas (Suárez Cabrera, 2016).
Diversidad sexual y de género
Indica las posibilidades que la persona tiene de asumir, manifestar y vivir la sexualidad, expresiones, preferencias u orientaciones e identidades sexuales (Suárez Cabrera, 2016).
En relación con eso, Parker (2016) menciona a la fluidez de género como un término general que describe las posibilidades de la identidad de género más allá del binarismo hegemónico de «hombre» o «mujer». En esta línea, la diversidad sexual como manifestación del género humano pretende el respeto por lo que no resulta homogéneo ni unitario. Por este motivo, es necesario pensar en las sexualidades y no en la sexualidad de manera singular, observando así una gran gama de posibilidades sexuales (Flores Dávila, 2007).
Desde este punto de vista, la definición social del género de manera categorial masculinidad/feminidad puede constituir problemas de identidad, como consecuencia de la naturalización al respecto. Así, la insistencia en un contexto binario restrictivo puede generar para muchas personas inevitablemente un “tercero” situado en un espacio periférico del orden de la normalidad (Soley Beltran, 2014).
¿Cómo entender a la sexualidad fluida?
Tomando en consideración lo expuesto anteriormente, la sexualidad fluida o atracción elástica implica la capacidad del individuo de actuar sexualmente y de manera flexible según las circunstancias, más allá de los canales tradicionales de la homosexualidad y la heterosexualidad. La manifestación de la fluidez sexual tiene en cuenta todas las variables potenciales de orientación sexual que están incrementándose cada vez más y nos propone pensar cómo en la sociedad actual se puede vivir de manera limitante la definición de uno mismo de forma unívoca y estática (Nosadini y Paduanello, 2020).
Según estadísticas, la población juvenil está más caracterizada por esta fluidez, con relación a cambios sociales y culturales. En la hiperoferta que distingue la sociedad occidental actual, muchos jóvenes se sienten obligados a resignificar sus planes de vida día a día; tomando decisiones orientadas más en el momento que en un proyecto emocional a futuro. Desde este lugar, tal como manifiestan Nosadini y Paduanello (2020) la experiencia puede tornarse más fragmentada considerando que “no soy heterosexual ni homosexual, sino que en base a quién está frente a mí, vivo”.
En referencia a ello, Juliano (2010) expresa que la característica más importante en el ser humano es su excesiva plasticidad. Como seres humanos desarrollamos numerosas conductas complejas sobre una base orgánica, aprendidas en interrelación con otros seres humanos, adaptándonos así a las demandas culturales.
A este respecto, el progreso de esta fluidez y, el incremento del mundo virtual y las redes sociales han establecido importantes cambios; las relaciones sociales pueden sostenerse a distancia, en otros lugares, incluso sin el cuerpo y, tal como se ha mencionado anteriormente, más allá del género. Todo esto provoca que la atracción sexual contemple cada vez más nuevas variables y dimensiones.
Para concluir:
- Tal como evidencian las estadísticas, la sexualidad fluida implica principalmente a la población juvenil y debe ser observada como un fenómeno psicológico que guarda relación con los múltiples cambios socioculturales de la sociedad contemporánea (Nosadini y Paduanello, 2020).
- Cada dimensión de la sexualidad citadas a lo largo de este artículo se encuentra presente en todas las personas y, la forma en que se manifiestan está sujeta a un entramado de factores biopsicosociales, culturales e históricos. (Barragán Pérez, 2022).
- El poder actuar en función de la propia experiencia corporal y sentimental, resultan factores protectores para la sexualidad de la persona.
- La fluidez sexual nos permite pensar a la sexualidad desde múltiples orientaciones, corrompiendo así la definición estática de uno mismo y de la sexualidad en sí.
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Referencias
Badenes Sastre, M. y Ruiz Herrera, N. (2018). Avances En Psicología Clínica. Asociación Española de Psicología Conductual (AEPC).
Barragán Pérez, V. (2022). Diversidad sexual y lenguaje incluyente. http://psiquiatria.facmed.unam.mx.
Flores Dávila, J. I. (2007). la diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión. Área de investigación empírica y opinión, instituto de investigaciones jurídicas, universidad nacional autónoma de México.
Juliano, D. (2010). The fluid body. A view from anthropology. Quaderns de Psicologia Vol. 12, No 2, 149-160.
Nosadini y Paduanello. (2020). Identidades sexuales fluidas: cuando el objeto de amor se convierte en intercambiable. Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 57-62.
Organización Mundial de la Salud (2018). Salud Sexual p. 3.
Parker, S. (2016). Gender Fluidity. S. Moran, Ethical Ripples of Creativity and Innovation.
Soley Beltran, P. (2014). Transexuality and Transgender: a bioethical perspective. Revista de Bioética y Derecho, núm. 30, p. 21-39.
Suárez Cabrera, J. M. (2016). Glosario de la diversidad sexual, de género y características sexuales.