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Cómo superar pérdidas significativas

Introducción

A lo largo de la vida de cada persona acontecen diversos tipos de pérdidas, desde el nacimiento se experimenta un continuo de pérdidas y separaciones. El emigrar, el despido de un empleo, el divorcio o la separación, las consecuencias por enfermedades, catástrofes naturales, entre muchos otros acontecimientos, tan naturales como la vida misma (Alonso Lláser, 2017).

El dolor suscitado por éstas pérdidas forma parte de la condición humana y, las elaboraciones de las mismas son de suma importancia para volver a establecer un equilibrio y seguir adelante con la vida de manera funcional.

En este sentido, en el presente artículo se hará mayor hincapié en las estrategias de afrontamiento para superar momentos de aflicción debido a pérdidas de seres queridos.

Duelo por pérdidas de seres queridos

Cuando algún ser querido se muere, las personas viven un proceso psicológico conocido bajo el nombre de duelo. Esta situación es una de las más dolorosas que se puede padecer, siendo una de las pruebas más difíciles de afrontar en la vida. A pesar de ello, la muerte de alguien significativo también es un acontecimiento enriquecedor, ya que si se supera de manera adecuada se adquiere un mayor crecimiento y desarrollo personal (Cubero Recio, 2017).

El duelo, del latín “dolos” alude a dolor y también, desafío. Es decir, refiere a una reacción psicológica de tipo emocional experimentada ante la pérdida de alguien significativo. En este sentido, es importante señalar que se requiere cierta labor personal para volver a establecer el equilibrio, siendo el duelo un proceso y no un estado (Cubero Recio, 2017).

Cuando se pierde a alguien importante para uno, se debe saber que el intenso dolor que esto ocasiona es temporal ya que, con el tiempo, las personas suelen mejorar. Sin embargo, todo dependerá de cómo trabaje la misma y qué recursos disponga para sentirse mejor (Alonso Lláser, 2017).

A pesar de lo expuesto, es digno de mencionar la amplia variabilidad de reacciones humanas que pueden surgir, por tanto, no hay una secuencia exacta ante estímulos determinados; es decir, cada persona tiene su propio significado y vivencia respecto a la perdida de un ser querido (Cala Aparicio, 2019).

Estrategias de afrontamiento ante situaciones de duelo

Según Lazarus y Folkman (citado en Cubero Recio, 2017) el afrontamiento alude a aquellas respuestas cognitivas y conductuales que desarrolla el individuo para regular o manejar, reducir, minimizar y dominar las demandas internas y/o externas que sobrepasarían sus recursos y así, ajustar las consecuencias que el entorno promueve.

En este sentido, las estrategias de afrontamiento son las formas variantes que tiene el ser humano para enfrentarse a las dificultades que se presenten en su vida (Barco Soledispa y Vera Cáceres, 2021). A este respecto, Cubero Recio (2017) manifiesta dos tipos generales de estrategias:

Estrategias de resolución de problemas: enfocadas a modificar el problema que provoca malestar mediante la confrontación, la búsqueda de apoyo social y la búsqueda de soluciones.

Estrategias de regulación emocional: métodos que apuntan a regular la respuesta emocional ante el problema, desde el autocontrol, el distanciamiento y una reevaluación positiva.

Redes de apoyo

Es importante destacar a las redes de apoyo social, ya que facilitan la puesta en marcha de las estrategias de afrontamiento, por ejemplo, dialogar con amigos o familiares respecto a una problemática, siendo uno de los soportes que las personas han valorado como más eficaces para enfrentarse a los momentos emocionalmente complicados. A su vez, el apoyo social puede entenderse como una gran ayuda al propio estrés, ya que esta red le proporciona a la persona herramientas sociopsicológicas efectivas para mantener su salud mental y emocional (Cubero Recio, 2017).

En esta línea, la red de apoyo social refiere a un amparo accesible mediante lazos sociales conformado por personas, grupos e instituciones que el individuo puede sentirlos como un sostén emocional, facilitador de oportunidades para mejorar, favoreciendo sentimientos de bienestar que afectan positivamente en su contexto (Cubero Recio, 2017).

Compartir experiencias

Diversos autores manifiestan la necesidad de compartir la experiencia como una herramienta social, que incluya un lugar, un tiempo y un reconocimiento en el entorno, así como la importancia de recibir gestos que transmitan el acompañamiento y la empatía de aquellos que han sido parte de alguna manera en el proceso.

Los medios que favorecerían este apoyo puede ser el uso de las redes sociales, la elaboración de cartas de condolencia, o la cercanía personal (Araujo Hernández, García Navarro, García Navarro, 2020).

Resiliencia

El término resiliencia proviene del latín, de resilio (re salio), referido a volver a saltar, rebotar, reanimarse.

Diversas investigaciones sostienen que la resiliencia es el resultado de la suma de factores individuales, familiares y sociales, así como una función de factores de protección compuestos de recursos personales y sociales (Villada Grisales, 2019).

Cubero Recio (2017) describe las siguientes características de los individuos con resiliencia:

  • Iniciativa: Es la capacidad de una persona para comprometerse a resolver situaciones circunstanciales del momento ejerciendo control positivo sobre ellas. También, refiere a la motivación que tiene el individuo para iniciar acciones por sí mismo, satisfactorias y socialmente aceptables.
  • Capacidad de relacionarse con las demás personas: Remite a la habilidad para establecer un equilibrio entre la propia necesidad de afecto y la de los otros estableciendo lazos íntimos, dentro y fuera de su entorno.
  • Capacidad de relacionarse con uno mismo: Poder comprenderse a sí mismo permite desarrollar la personalidad y fortalecer las propias debilidades ante cualquier situación riesgosa, lo que promueve volverse más tolerante en eventos simples y traumáticos como por ejemplo, la muerte. En este sentido, la resiliencia refuerza los factores protectores y disminuye la vulnerabilidad frente a las situaciones difíciles de afrontar para el individuo.

En cuanto a los factores individuales y la capacidad de relacionarse con uno mismo, según Villada Grisales (2019), también es importante tener en cuenta:

  • La introspección: Alude a la examinación de los razonamientos, sentimientos y conducta propios, facilitando así la toma de decisiones. Al distinguir las fortalezas y debilidades propias, se podrá tener una mejor capacidad para enfrentar las situaciones complejas. 
  • La capacidad de pensamiento crítico: Permite analizar críticamente las causas y responsabilidades respecto de la adversidad que padece la persona para establecer modos de enfrentar y transformar la situación.
  • La creatividad: Capacidad para restablecer el orden, el objetivo y el atractivo de algo a partir de la confusión y la perturbación.
  • La moralidad: Involucrarse con valores sociales que coincidan con los deseos de bienestar tanto propio, como de los otros.

Características resilientes

Algunas de las características resilientes para el proceso de recuperación en las personas según Benítez Pérez (2017) son:

  • El establecimiento de nuevas metas y vínculos.
  • Dar un significado de manera individual y social al evento asolador.


    Establecer un sentido y encontrar puntos positivos después de la muerte

Otorgar un significado a lo ocurrido es sumamente importante ya que en las relaciones con las personas más cercanas se puede proveer de memorias compartidas. En este sentido, en aquellos contextos validantes de las propias creencias, pensamientos, sentimientos y experiencias, son las narraciones compartidas con los seres queridos quienes representan gran ayuda para proporcionar sentido al suceso, provocando un mayor sentimiento de control y autoestima en la persona.

Hay dos componentes más comunes para establecer un significado a lo ocurrido, siendo el dar sentido y encontrar puntos positivos después de la muerte. Es decir, establecer una explicación de la pérdida del ser querido en base a las creencias propias, encontrando puntos positivos referidos a la valoración del evento de manera más global, generando cambios positivos en cuanto a la apreciación por la vida y en la relación con los otros.

En referencia a esto último, algunos puntos positivos en los que las personas cambian después de una muerte significativa refieren a:

  • Aparición de nuevas posibilidades y oportunidades
  • Relaciones más compasivas con los demás
  • Sentimiento de mayor fortaleza para afrontar otras adversidades de la vida
  • Resignificación de prioridades con mayor apreciación por la vida
  • Espiritualidad más profunda

Conclusión

La muerte de un ser querido desencadena un proceso psicológico denominado duelo, siendo un proceso de adaptación emocional necesario ante las pérdidas significativas.

De todos modos, este acontecimiento crucial puede volverse enriquecedor, ya que si se supera adecuadamente se adquiere un mayor desarrollo y crecimiento personal.

Los modos para superar estas arduas situaciones se logran mediante estrategias de afrontamiento. Las mismas refieren a aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales desarrollados por el individuo para regular las demandas internas y/o externas que exceden sus recursos y, en este sentido, las redes de apoyo son un imprescindible medio facilitador para superar estas pérdidas.

Considerando los medios posibilitadores y las estrategias de afrontamiento, una vez que la persona los pone en marcha y los incorpora se vuelve más resiliente, lo que causa una gran fuerza de voluntad frente a cualquier tipo de adversidad futura (Villada Grisales 2019).

 

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Referencias

Alonso Llácer, L. (2018). Mindfulness y duelo: cómo la serenidad mindful y la compasión contribuyen al bienestar tras la pérdida. programa maded (mindfulness para la aceptación del dolor y las emociones en el duelo). Universidad de Valencia.

Araujo Hernándeza, M., García Navarroa, S. & García Navarro, B. (2021). Abordaje del duelo y de la muerte en familiares de pacientes con COVID-19: revisión narrativa. Enfermería Clínica 31 (2021) S112—S116.

Barco Soledispa, J. J. & Vera Cáceres, L. A. (2021). Estrategias de Afrontamiento ante el Duelo por pérdida de Familiares durante la Pandemia por COVID-19. Universidad de Guayaquil Facultad de Ciencias Psicológicas.

Benítez Pérez, L. E. (2017). Resilient and maladaptive characteristics in the process of suicide mourning in families. www.redesdigital.com.mx.

Cala Aparicio, W. L. (2019). Recursos y capacidades resilientes en familias ante duelo por muerte parental. Universidad Pontificia Bolivariana.

Cubero Recio, L. (2017). Duelo ante la pérdida de los progenitores: una revisión bibliográfica. Universidad de Jaén. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Villada Grisales, D. M. (2022). Factores que contribuyen a la resiliencia en un individuo que padeció el homicidio de su familia. Corporación Universitaria Minuto de Dios Facultad de Ciencias Humanas y Sociales Programa de Psicología Medellín.

 

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