El término Hater, proveniente del inglés, hace alusión a la persona que se dedica, a través de las redes sociales o comunidades en línea, a discriminar, denigrar u ofender a una organización, persona o producto. El motivo por el cual llevan a cabo estas actividades puede variar, pero, normalmente, el odio racial o el de género suelen ser los motivos principales. El creador del término, Brendan Alper, un exempleado del banco Goldman Sachs, afirma que la idea comenzó como una broma y pronto tomó la forma de “cupido electrónico”, que empareja a aquellos que coincidan en su repudio a todo un menú de temas abominables (Manzano, 2022).
Los Haters son “odiadores crónicos en serie” que actúan bajo el anonimato o con nombres falsos y se otorgan a sí mismos la libertad de poder decirle al otro lo que se le viene en gana, sin filtro alguno. Generalmente enuncian su idea con respecto a un individuo o colectividad, como la única que puede considerarse acertada. El impacto psicológico de este modo particular de acoso es devastador para el agredido: más de la mitad de los afectados reconocen una tendencia a tener una autoestima baja, experimentar estrés, ansiedad o ataques de pánico.
Los heaters difunden insultos alegremente cuando no están de acuerdo con algo o alguien. Buscan expandir sus opiniones negativas y atacar a una persona o una idea en todo momento. Pueden acabar escribiendo comentarios de todo tipo en redes sociales, blogs, foros, chats, etc., con la intención de crear un conflicto, generar polémica, provocar o sencillamente llamar la atención con el único objetivo de entretenerse (Guerri, 2017).
Si bien el término Heater puede resultar relativamente nuevo, el concepto o la esencia del mismo, no lo es, ya que conceptualmente la concepción del término se encuentra íntimamente relacionada con el concepto de bullying o más precisamente cyberbullying. El cyberbullying ha sido definido como un acto agresivo e intencionado llevado a cabo de manera repetitiva y constante a lo largo del tiempo entre pares; la forma de contacto son electrónicas y la víctima no puede defenderse fácilmente (Garaigordobil et al., 2017). Lacunza et al, (2019) resaltan el desequilibrio de poder y agregan el anonimato y la publicidad. Esta última característica se refiere a la reproducción, a veces fuera de control incluso del autor, de la ofensa o agresión.
Olweus (2012) plantea que la permanencia del elemento agresivo en el ciberespacio es inconmensurable con el consecuente agravamiento del daño para la víctima. El análisis precedente pone de manifiesto que los elementos comunes entre ciber agresión y ciberbullying son la intención de hacer daño y el abuso de poder. Esto permite ubicar ambos fenómenos como nuevas modalidades de comportamiento agresivo.
Vale destacar, que el comportamiento agresivo, en especial el llevado a cabo a través de las redes sociales, tiene efectos nocivos en la víctima. Suele verse asociado a otros cuadros psicopatológicos, como la depresión y hasta el suicidio (Medrano et al., 2018). La falta de estrategias de afrontamiento asertivas explicaría esta comorbilidad. A su vez, el victimario también podría resultar afectado en su subjetividad, siendo excluido del grupo de pares. Por su parte, tales déficits sociales pueden impactar negativamente en el rendimiento en varias áreas de la víctima ya sea escolar, laboral, social, etc.
En relación al perfil psicológico de los agresores, Borges et al. (2015), presentaron un estudio de revisión sistemática donde su propósito fue evaluar la relación del acoso del tipo ciberbullying y la salud mental. Refiriéndose al acosador cibernético, los autores los ubican con una serie de problemas emocionales y psicosomáticos, así también con dificultades sociales, estrés, depresión, baja autoestima, hostilidad, ansiedad social, en algunos casos asociados con el consumo de sustancias. Sierra (2010), con el objetivo de describir el perfil de la víctima y victimario del acoso, refirieron al acosador como un agente de perfil agresivo hacia los demás, con predisposición a actuar con violencia o usando medios violentos, impulsivos y carente de empatía hacia el resto, adoptando modelos de conducta hostil, proyectándose rudos y dominantes.
Collell y Escudé (2006), en su artículo de investigación desde un enfoque en la que relacionan las conductas hostiles del victimario con diferentes aspectos psicopatológicos, manifestaron que es habitual que el agresor actúe en apoyo y complicidad de un grupo. Donde se distingue dos tipologías; la dominante, con tendencia antisocial y hostil; y la ansiosa, con un nivel de autoestima bajo y una elevada ansiedad, que lo hacen reaccionar agresivamente. Estos últimos suelen tener un déficit en el desarrollo social y sobre atribuir hostilidad a los demás. Siendo candidatos a convertirse en agresores o víctimas según la situación. Así también, concluyen que el trastorno por déficit de atención es el trastorno más común entre los acosadores, especialmente de los que cumplen el doble rol de acosador-víctima. Otra condición psiquiátrica, es el grupo que presenta trastornos de conducta y trastorno desafiante, distinguido por un inicio precoz de conductas violentas y agresivas.
Ortega et al. (2016) mencionaron que el agresor proviene de familias conflictivas y problemáticas, bajo un clima de inestabilidad emocional donde probablemente ha sido victimizado. Suelen tener excusas para sus actos de acoso y justificarse con cinismo, con frecuencia son abusivos y maltratadores con sus víctimas reiteradas veces sin algún tipo de contemplación.
Motivos por los cuáles ser un heater
Cada persona es un mundo y, verdaderamente, decir por qué alguien adopta una actitud tan problemática en Internet es muy difícil. De todos modos, es habitual que los haters dirijan su odio hacia numerosos temas y hacia otros internautas por diversos motivos:
- Llamar la atención de los demás. De esta manera creen que se muestran superiores a los otros y que van a lograr el reconocimiento de quienes los lean.
- Deseos de mostrarse sarcásticos e ingeniosos. Consideran que poseen una especie de “superioridad intelectual” sobre la mayoría de la gente, y se sienten con derecho a corregir y dar lecciones a los demás. Es una forma de reafirmarse ante su audiencia.
- Buscar la aceptación del colectivo sumándose a la opinión de otros. La crítica tiene la “virtud” de unir a muchas personas. Por eso, muchos de los haters actúan en manada en las redes sociales y no empiezan a criticar hasta que ven que varias personas actúan como ellos.
- Molestar por molestar. Aunque parezca mentira, hay personas que hacen de la provocación su objetivo, sin más. Y para conseguirlo, la crítica es una herramienta perfecta.
Durante la pandemia, diferentes estudios muestran un incremento de los comportamientos agresivos en redes sociales. A partir de esta situación, UNICEF dio inicio a una campaña que decidió llamar #LosientoHater. Esta campaña busca desarticular los efectos de los discursos de odio que circulan en internet y redes sociales, y que tienen a chicas y chicos como una de las víctimas principales y muchas veces también como reproductores. Podes conocer más acerca de esta iniciativa en el siguiente link
Borges Bottino, S., Bottino, C., Gómez Regina, M., Lobo Correira, A., & Silva Ribeiro, W. (2015). Cyberbullying and adolescent mental health: systematic review. Cad. Saúde Pública,, 31(3), 464 – 475.
Collel, J., & Escudé, C. (2006). El acoso escolar: Un enfoque psicopatológico. Anuario de psicología clínica y de la salud / annuary of clinical and health psychology, 2, 9 – 14.
Garaigordobil, M., Martínez – Valderrey, V., & Machimbarrena, J. M. (2017). Intervención en el bullying y cyberbullying: evaluación del caso Martín. Revista de psicología clínica con niños y adolescentes, 4(1), 25 – 35.
Guerri, M. (2017, May 26). Qué es un hater y cómo actúa en Internet. Psicoactiva. Retrieved September 6, 2022, from https://www.psicoactiva.com/blog/hater-actua-internet/
Lacunza, A., Contini, N., Caballero, S., & Mejail, S. (2019). Agresión en las redes y adolescencia: estado actual en américa latina desde una perspectiva bibliométrica. Investigación Desarrollo, 27(2), 6 – 32.
Manzano, J. M. (2022, June 6). Análisis psicológico de las agresiones en las redes sociales: los haters. Nueva Tribuna. Retrieved September 6, 2022, from https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/analisis-psicologico-agresiones-redes-sociales-haters-psicologia/20220606172218199289.html
Medrano, K., Márquez, R., Díaz, Y., & Pacheco Cabrera, J. (2018). Acoso escolar: diferencias en contextos educativos rural y urbano, en alumnado adolescente. Investigación y ciencia, 24(67), 62 – 70.
Olweus, D. (2012). Cyberbullying: An overrated phenomenon? European Journal of Developmental Psychology, 9(5), 520 – 538.
Ortega, J., Buela, S., Jesús, M., & Torralba, A. (2016). Violencia escolar y actitud hacia la autoridad de estudiantes agresores de cyberbullying. Revista psicodidactica, 22(1), 23 – 28.Sierra, C. (2010). Violencia escolar Perfiles psicológicos de agresores y víctimas. Poliantea, 6(10), 53 – 71.